¡Quiero que la gente venga a mi biblioteca!

¡Quiero que la gente venga a mi biblioteca!
¿Sigo promocionando los recursos electrónicos?

Todos los que atendemos centros de información queremos que la gente acuda a nuestra biblioteca de forma presencial, sobre todo después del trago amargo que nos trajo la pandemia y el confinamiento.

Pero ¿qué pasa si promuevo los recursos electrónicos que pueden ser consultados desde cualquier lugar y a cualquier hora?

Esto conflictúa a muchas bibliotecas y sus áreas de comunicación, ya que se piensa que al darle publicidad a los recursos electrónicos los usuarios seguirán quedándose en casa.

Hay que recordar que de las cosas positivas que nos dejó la pandemia es la digitalización forzosa de muchos y muchas que no estaban tan familiarizados con las computadoras, los teléfonos inteligentes, las tablets y por supuesto la gran herramienta que es internet; y por ende la familiarización con el uso de los recursos digitales que comúnmente brindan las bibliotecas a sus usuarios.

El uso de libros electrónicos, audiolibros y bases de datos se exponenciaron en las bibliotecas de todo el mundo, y no solo para los usuarios que se ubican en la comunidad que atienden sino incluso a usuarios de otras partes del país o del mundo.

Muchas bibliotecas se globalizaron y esto ya no tiene marcha atrás, es adaptarse o morir.

Ahora queremos que las personas regresen a las bibliotecas y hay cierto temor en seguir promocionando los recursos electrónicos, pero debemos de tomar en cuenta que vivimos en un mundo híbrido donde coexisten tanto los libros físicos como electrónicos que satisfacen distintas necesidades. Todos somos distintos hábitos y gustos, por lo que el libro físico es apto para unos y el electrónico para otros, a algunos les gusta asistir a la biblioteca y a otros consultar desde internet en el lugar donde se sientan más cómodos.

Los responsables de la comunicación y mercadotecnia en las bibliotecas no debemos perder de vista la promoción de ambos recursos (físicos y digitales), y para ello debemos de conocer mejor a nuestro público, saber que les gusta, que los atrae a venir a la biblioteca o a quedarse en casa ¿Es un tema de distancia, comodidad, o incluso ambientación?

Si le hacemos estas preguntas a nuestros usuarios, sus respuestas nos ayudarán a quitarnos la incertidumbre, atenderlos mejor, conocerlos más a fondo y mejorar nuestros servicios y atención, lo que resultará en más usuarios tanto presenciales como digitales.

¿Cómo trabajan en tu biblioteca la promoción de contenidos físicos y digitales?

Compártenos tus experiencias para generar más conversación sobre este tema.